Constantino Kavafis, noveno hijo de una familia de ricos comerciantes griegos (originarios de Estambul), nació en Alejandría el 29 de abril de 1863. La muerte del padre - un acaudalado comerciante (la firma Kavafis & Brothers, establecida en Liverpool y Londres) - en 1870, hace que la familia se traslade a Londres. La estancia en el Reino Unido otorgó a Kavafis una educación inglesa y un conocimiento del idioma que llegaría a considerar como su segunda lengua.
Siete años más tarde regresaron a Alejandría, pero la intervención inglesa de 1882-85 los obligó a desplazarse a Estambul. En esta ciudad radiante tendrá Kavafis sus primeras experiencias sexuales y nacerá el poeta.
De regreso a Alejandría, la ruina de la familia, que comenzó tras la muerte del padre, se precipita y Kavafis se ve obligado a trabajar como funcionario en el Ministerio de Riegos egipcio.
En 1904 empieza a publicar sus poemas.
En 1920 se retira del Ministerio de Riegos, donde ha trabajado como un funcionario gris y anodino, por más de 30 años. En 1932 se le diagnostica cáncer de laringe. Viajará inútilmente a Atenas donde se le practica una traqueotomía, perdiendo la voz. En enero de 1933 es internado en el Hospital Griego de Alejandría, donde muere el 29 de Abril, el mismo día que había nacido 70 años atrás.
Kavafis constituye un caso único en esa literatura: por el carácter aislado de su producción, al margen de toda corriente, y por las características personalísimas de la lengua que usa. Está al margen de las tendencias de la poesía contemporánea. Lo que a él le interesa es la historia griega y muy en especial la del oriente helenístico a través de los historiadores antiguos. Las figuras que más le llaman la atención no corresponden a la Grecia Clásica, salvo excepciones muy raras, como el poema 77, Termópilas, sino a los personajes medio griegos y medio asiáticos del mundo helenístico y bizantino.
El griego en el que escribió Kavafis estaba al margen de todas las polémicas que enfrentaban a puristas y demóticos, tal vez porque lo aprendió como lengua segunda o porque la comunidad grecoparlante de Alejandría era una más de una sociedad lingüística y culturalmente compleja. El idioma, inicialmente el cazarévusa, se hace después mixto e irregular, con un tono arcaizante. Esto no significa un valor negativo. Kavafis lo convierte en el instrumento insuperable de su poesía.
Su lenguaje es depurado y exacto, con una enorme pulcritud. Con un lenguaje tan sombrío las imágenes son casi inexistentes. Su gran fuerza poética está en su capacidad para expresar sensaciones profundas de una forma sencilla.
El sentimiento trágico es primordial.
La poesía de Kavafis tiene el valor de conseguir la expresión compleja de los sentimientos, lo que no es muy frecuente en poesía porque es terreno mas propio de la novela.
Kavafis carece de todo sentido social. Es un perfecto individualista.
Los poemas estrictamente eróticos no son muchos y los mas explícitos aparecen tarde, hacia 1.915.
Por otra parte su sensualidad está expresada de forma muy cerebral, antivital casi relegadas a un pasado.
Kavafis fue un excéntrico hasta para la publicación de su propia obra. Parece que no le preocupaba la fama literaria y, aunque escribía bastante, era poco lo que veía la luz.
Para los interesados, aquí pueden encontrar muchas de las obras de Kavafis:
http://www.ciudadseva.com/textos/poesia/cavafis2.htm
MANUEL CARDENAL FERNÁNDEZ 4º ESO sección C Nº 7
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