La filosofía helenística.

Filosofía helenistica

En esta última etapa del pensamiento griego no encontramos grandes filósofos, ni tampoco una filosofía que abarque los más importantes temas (ontología, teoría del conocimiento, ética...). Las preocupaciones filosóficas fundamentales se refieren a cuestiones morales y a la felicidad. El tema constante es el ideal del sabio: el filósofo que mediante el uso de su razón consigue la vida buena y el equilibrio emocional que le permite sobrellevar felizmente las distintas circunstancias de su vida; la filosofía se convierte en el saber práctico que faculta a quien la sigue el autodominio y la paz interior ;precisamente la recomendación, tan común en la actualidad, de “tomarse las cosas con filosofía” tiene su origen en este ideal de filosofía práctica desarrollado en el helenismo. Si en esta época se cultivan las disciplinas filosóficas no prácticas es siempre con vistas a la influencia que éstas pueden tener en el cumplimiento del objetivo citado.

Con la llegada de Alejandro Magno desaparece la polis y llega el imperio y la monarquía. Los hombres se plantean nuevos objetivos en su vida. Surge el individualismo, es decir, la preocupación por el individuo y diferentes escuelas.

Las nuevas escuelas enseñan que el objetivo de la vida es alcanzar la felicidad y defienden la autarquía(capacidad de ayudarse a si mismo) como principio fundamental para ser feliz.

La autarquía se consigue mediante la sabiduría. El hombre sabio no tiene necesidades materiales, por eso decían que estaba por encima de los demás.

Corrientes filosóficas importantes: el esceptitismo, el epicureísmo y el estoicismo.


Filosofía helenístico-romana.

A finales del siglo IV a. C. al siglo III d.C. básicamente. Preocupación por los temas morales, búsqueda de la manera de ser feliz. (Por formar un ciclo espiritual con la filosofía helenística propiamente dicha, se incluyen también en el cuadro siguiente los pensadores romanos y el fin de la filosofía griega).

Ainhoa, Sandra y José Manuel.