sábado, 24 de mayo de 2008

Las Leyes Fonéticas del Cambio


- Describen cómo cambió fonéticamente el latín hasta que dio como resultado el castellano y otras lenguas romances.

El cambio fonético es solo una parte del cambio global operado sobre el latín, ya que también el significado de las nuevas palabras resultantes fue modificado.

La lengua castellana viene del latín. Palabras como rosa, flores, color, breve, libro, luces… son castellanas y también latinas, y no han cambiado nada desde entonces. Otras han sufrido una evolución muy grande y no se puede saber su origen latino, a no ser que sea sabiendo algo de fonética, la ley que regula y explica los cambios de las palabras desde su forma latina a su forma castellana.

LATÍN

LEY DEL CAMBIO

Gentem

Gente, pierde la “m” final

Filium

Hijo, la “f” inicial se convierte en “h”, la unión l+i=j

Florem

Flor, la consonante final desaparece, la vocal cae, porque esta en posición átona, sin acento

Capram

Cabra, la consonante final cae, la “p” se sonoriza en “b”

Lupum

Lobo, la consonante final cae, las vocales “u” se abren en “o”, la consonante “p” se sonoriza en “b”

Bonum

Bueno, la consonante final cae, la “u” se abre en “o”, la “o” de la primera sílaba se diptonga en “ue”

Pectum

Pecho, la consonante final cae, la “u” se abre en “o” y “ct” pasa a “ch”


La mayoría del léxico de las lenguas romances llegó a ellas del latín, cambiando a lo largo del tiempo según las leyes fonéticas del cambio. Las palabras forman el vocabulario de las personas que hablan estas lenguas, conocidas como palabras patrimoniales, porque es la base de nuestro patrimonio lingüístico.

Hay otras palabras de origen latino y griego, que se añaden al léxico directamente desde la lengua escrita, y para uso más culto. En estas no hay cambios mediante las leyes fonéticas, sus cambios son fonéticos y semánticos y mucho menores, y su forma es muy similar a la del original latino y griego. A este grupo de palabras se les llama cultismos. Ejemplos de esto son: lácteo (de “lacte”, no ha hecho el cambio de “ct” en “ch”, leche); férreo (no ha cambiado la “f” en “h”, hierro); capilar (que no ha cambiado la “p” en “b”, cabello).

La evolución de una lengua no es un proceso rígido, a veces un mismo término latino evolucionó en dos términos diferentes en castellano; uno de ellos patrimonial y el otro cultismo. Esta pareja de voces deriva de una voz latina, llamada doblete. Por ejemplo: “calidum” evolucionó en “cálido” y “caldo”, y “operam” evolucionó en “ópera” y “obra”.

La lengua castellana, en su evolución, ha tomado muchas palabras de otras lenguas, cuya forma no se puede explicar mediante las leyes fonéticas del cambio, como son: el griego, es una importante rama del indoeuropeo, de la que el castellano tomó muchas palabras (acrópolis, alopecia, astronomía…); el árabe (alfombra, azúcar, marfil…), las lenguas germánicas (bando, brindis, tropa…), diferentes variedades célticas (avasallar, brío, llanta…), el antiguo indio (pijama, carmesí…), el persa (avatar, magia, paraíso…), el ruso (robot, balalaica, vodka…).

No es posible establecer reglas fijas, pero si decir de modo general que los términos científicos proceden del griego, los bélicos, del germánico, los textiles, del indio y los deportivos, del escandinavo y del inglés.

3 comentarios:

Los Secretos de Medusa dijo...

Muy buena entrada sobre las leyes fonéticas. Muy bien resumida y fácil de entender. He aprendido coas como por ejemplo que los términos científicos vienen del griego.

Diego Mariño y Pablo Fernández

Los Secretos de Medusa dijo...

este trabajo fue realizado por:

Manuel Cardenal Fernández

4º ESO sección C Nº 7

Los Secretos de Medusa dijo...

Demasiado largo, piensa que es para cultura clásica no para historia del español, pero está bien. Tania