
Hay numerosísimas lenguas en el mundo, pero no se puede saber con exactitud cuantas lenguas son.
Una de las cosas que más ha preocupado al ser humano es averiguar el origen del lenguaje. La mitología dice estar en los dioses. Pero también es cierto que cada grupo humano tiene formas propias de comunicarse. Por eso el lenguaje es casi infinito. La Torre de Babel es una parábola que presenta las diferentes lenguas en todo el mundo y la dificultad de entenderse.
Estudiando las lenguas observando su gramática se distinguen diferentes tipos:
Lenguas monosilábicas: las palabras son solamente raíces que no cambian, y que forman oraciones por yuxtaposición de palabras, de tal forma que una palabra tendrá un significado según el lugar que ocupa en la oración. Un ejemplo es el chino.
Lenguas aglutinantes: el método para formar un texto es juntar las palabras-raíz, una al lado de la otra. La unión de unas raíces con otras forma la palabra-frase. Unos ejemplos son el finlandés, japonés, coreano…
Lenguas flexivas: son las que tienen una parte fija (raíz) y una variable (morfema o terminación). Unos ejemplos son las lenguas indoeuropeas.
Otra forma de clasificar las lenguas es por familias, ya que tienen un parecido entre sí. Para averiguar la relación de parentesco entre las diferentes lenguas se usa el método comparativo (comparar las semejanzas entre unas y otras lenguas).
Los arqueólogos demostraron la existencia de un pueblo seminómada (el indoeuropeo), de Asia central, al sur de la actual Rusia, en torno a 4000 a.C. Hizo una serie de migraciones hacia la gran península de Europa.
Este pueblo compartió en un inicio una lengua común, el protoindoeuropeo, de la que descenderían muchas de las lenguas actuales (las europeas y algunas en las regiones del subcontinente indio). Según el método comparativo las lenguas derivadas del protoindoeuropeo forman la familia de las lenguas indoeuropeas.
Su existencia no fue garantizada hasta el siglo XIX, gracias al método comparativo, que aplicado a las lenguas europeas, presentó claras semejanzas que resultaron en un origen común. El que lenguas tan diferentes tengan semejanza lingüística no es casualidad, sino una semejanza sistemática.
Familias de lenguas del indoeuropeo:
Lenguas itálicas: cuyo principal miembro es el latín. Era el dialecto del Lacio, una región de Italia central donde fue fundada Roma. Predominó sobre los demás dialectos de la Península Itálica.
El latín se convirtió en lengua oficial del Imperio Romano. Los primeros escritos en latín son del siglo V a.C., y el primer autor literario que escribió su obra en latín fue Plauto, a finales del siglo III a.C.
Lenguas helénicas: esta rama del indoeuropeo consta de una lengua representada en dialectos hablados en el territorio de la actual Grecia continental y las islas del Egeo. Los documentos más antiguos escritos en griego son del siglo XV a.C., y son unas tablillas de arcilla con escritura silábica (llamada Lineal B), de unos 150 símbolos de un griego antiguo al que le llamaron micénico descifrados por Michael Ventris y John Chadwick y que presentaban la actividad burocrática y económica de los palacios cretenses. Se le llamó así para distinguirlo del clásico, en el que están escritas las obras épicas, teatrales, históricas y filosóficas hasta el siglo IV a.C.
La variedad posterior del griego fue el griego común, hablado durante más de mil años en el Mediterráneo oriental. El griego moderno actual procede de esta última versión del griego común.
Lenguas germánicas: todas las ramas de esta familia proceden de tribus germanas asentadas en el norte de Europa en el primer milenio antes del cristianismo.
Actualmente hay más de quinientos millones de personas que hablan alguna de estas lenguas, principalmente por la importancia del inglés.
Las lenguas germánicas del norte (o escandinavas) incluyen el sueco, danés, noruego e islandés.
Dentro de las lenguas germánicas occidentales hay dos variedades: el alto y bajo alemán:
El alto alemán: abarca el alemán
El bajo alemán: se extendió por Bélgica (produciendo el flamenco) y los Países Bajos (holandés).
La conquista de Gran Bretaña por los anglos y sajones dio origen al anglosajón, antecedente del actual inglés.
Lenguas célticas: los celtas fue el primer pueblo indoeuropeo que se extendió por toda Europa. Sobre el siglo XV a.C., llegaron al centro y al sur del viejo continente, y en series de oleadas posteriores se extendieron hasta el occidente europeo y el Mar Negro, en el extremo oriental.
Los principales núcleos celtas se localizan en Francia y el norte de Italia, con una lengua conocida como celta continental, y en las islas británicas, cuya lengua se ha denominado celta insular.
Lenguas indoiranias: esta rama comprende el hindi y el persa. El hindi cuenta con más de quinientas lenguas diferentes. Las formas más antiguas de este grupo son del 1000 a.C., conocidas como sánscrito, lengua en la que están las vedas, los textos sagrados más antiguos.
La lengua principal de este grupo es el persa.
Lenguas baltoeslavas: hay dos grandes núcleos de influencia: la región báltica (que abarca las lenguas letona y lituana), la región eslava (con un número mayor de lenguas, y la mitad de los hablantes de estas lenguas hablan el ruso, idioma influenciado políticamente por la desaparecida Unión Soviética, se convirtió en la lengua común de los países de este europeo.
Las lenguas no indoeuropeas: el origen del euskera es de una época anterior a la llegada de los romanos a la Península Ibérica. Es también anterior a las lenguas indoeuropeas, y quizá tenga alguna relación con las lenguas caucásicas. Es la única lengua superviviente de las que se hablaban en el suroeste europeo antes de las invasiones indoeuropeos y la única de origen prerromano entre las que se hablaban en la Península Ibérica. La romanización también ejerció influencia en otras regiones peninsulares, por lo que el euskera acabó incorporando términos del latín. A la vez, ciertas lenguas derivadas del latín adoptaron también algunas voces vascas (izquierda, mus, órdago…). El país de habla mayoritario es el País Vasco. Fuera de la Península, hay lenguas que no pertenecen al tronco común de las lenguas indoeuropeas, como el estón, el húngaro, el finlandés y el turco.
Manuel Cardenal
2 comentarios:
Fenomenal. Tania
ok. Manu
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