martes, 10 de junio de 2008

La casa romana



A partir del siglo II a. de C. los romanos
, influidos por la cultura griega, enriquecieron y ampliaron sus casas, llegando a construir una segunda vivienda, denominada domus o casa señorial.

Cada habitación, salvo el atrium, de uso común, estaba destinada a un uso concreto: cubiculum (dormitorio), cenaculum (comedor), tablinum (despacho del pater familias). Ante la puerta de
l atrium había un pequeño vestíbulo.

El atrium
, era el patio central de la domus, y por su abertura superior entraba el agua de lluvia, que caía en un pequeño estanque central, comunicado con una cisterna subterránea. Alrededor de este patio había algunas pequeñas habitaciones y una amplia sala (tablinum) que el dueño utilizaba como sala de audiencias y reuniones con personas no pertenecientes a la familia. Esta habitación comunicaba con el peristilo, un segundo patio interior muy amplio. A su alrededor había habitaciones mejor iluminadas. La más importante era el triclinio, sala en la que los romanos cenaban.

Pero la mayoría de los habitantes de Roma no vivía en domus sino en apartamentos de alquiler (cenacula).
Su aspecto exterior era magnífico, con ventanas y balcones, pero eran de mala calidad. Su distribución interior era similar a la de los pisos actuales, pero sin cocina ni baño. Estas colmenas humanas, fabricadas con materiales baratos y madera, estaban en constante amenaza de hundimiento o incendio.

Había también casas fuera de la ciudad. Eran las villae, entre las que distinguimos
las que están en el extarradio de la ciudad, generalmente amplias y las de campo, dedicadas a la agricultura y la ganadería.


Estela y Raquel.